Cuando comencé a trabajar de profesor en Ciclos Formativos, sabía que tendría que evaluar por Resultados de Aprendizaje (RA en adelante) y Criterios de Evaluación (CE en adelante). Otra cosa es que tuviera completamente claro qué quería decir eso.
Así que lo primero que hice fue buscar el contenido de los módulos que tenía que impartir, los secuencié en unidades y decidí qué RA trabajaría en cada una de ellas. Ese fue el primer error.
Hoy os quiero contar cómo lo hago ahora, que aún dista mucho de ser perfecto, con el objetivo de aportar un poco de luz a aquellos profesores que estén empezando. Los veteranos espero que sigan leyendo, pero solo por corregirme para ayudarme hacerlo mejor.
Lo primero es lo primero. ¿Qué son los RA? No voy a dar una definición técnica, simplemente podría decirse que son los objetivos didácticos que debe alcanzar el alumnado para superar un módulo. Los CE de cada RA nos indican a los docentes qué debemos mirar para saber si se ha alcanzado o no ese objetivo. Esto mismo nos lo encontramos en otras etapas, con una nomenclatura distinta. Para que nos entendamos, podríamos simplificar las siguientes equivalencias (con muchos matices):
Etapa | Denominación de las distintas materias | Objetivo didáctico | Lo que miro para saber si se alcanza |
---|---|---|---|
Formación Profesional | Módulo Profesional | Resultado de Aprendizaje | Criterio de Evaluación |
ESO y Bachillerato | Asignatura | Criterio de Evaluación | Estándar de Aprendizaje |
Primaria | Área | Estándar de Aprendizaje | Indicador |
Infantil | Área | Objetivo | Criterio de Evaluación |
¿Por qué tantas nomenclaturas diferentes? Buena pregunta, seguro que tiene una buena explicación.
Lo que nos interesa ahora es cómo plantear la programación del módulo teniendo en cuenta los RA y los CE. Si este es nuestro punto de partida, lo tendremos mucho más fácil para la evaluación que si comenzamos mirando el contenido.
Recomiendo clasificar los CE de cada RA en básicos, intermedios o avanzados. Los básicos serían los más sencillos, aquellos de los que el alumnado debería tener las ideas más claras para superar el RA. Normalmente los primeros de la lista. Después tenemos los intermedios, que requieren unos conocimientos previos mínimos de los básicos para que se les pueda dar algún sentido. Por último, pero no menos importante, los avanzados. El último escalón de conocimiento dentro del RA. Para que nos entendamos, los que marcan la diferencia entre el notable y el sobresaliente. Puede ocurrir que un RA no tenga CE avanzados o incluso que consideremos que no tiene ninguno intermedio porque todos tienen el mismo grado de importancia.
Esta clasificación nos va a permitir hacer una media ponderada de esos criterios para obtener una calificación del RA. Por ejemplo, podríamos considerar que los básicos tienen un peso de 4, los intermedios un peso de 2 y los avanzados un peso de 1. Así, si un RA tiene 6 criterios repartidos de la siguiente forma: c1 (básico), c2 (básico), c3 (básico), c4 (intermedio), c5 (intermedio) y c6 (avanzado), se calcularía la calificación del RA sumando las multiplicaciones de la nota de cada criterio por su peso correspondiente y dividiendo el resultado por la suma de todos los pesos. Por ejemplo:
RA = (c1*4+c2*4+c3*4+c4*2+c5*2+c6*1)/(4+4+4+2+2+1)
¿Y de dónde sale la calificación de cada criterio? De los instrumentos de evaluación. El siguiente paso sería, por lo tanto, asignar instrumentos de evaluación a cada criterio. ¿Cuántos? Si es la primera vez que haces algo así, te recomendaría que solamente uno, porque el número de notas aumenta muy rápidamente (de entrada tendrás una por criterio). Eso no significa que necesitemos tantos instrumentos como criterios, porque pueden agruparse. Por ejemplo, nos puede interesar valorar tres criterios usando un mismo trabajo, aunque recomiendo indicar la rúbrica de cada criterio de forma individual. Ese trabajo tendría tres notas. Igual puede pasar con un examen en el que valoremos varios criterios, que tendría más de una calificación asociada. Si asignamos más de un instrumento por criterio, podemos también optar por una media aritmética o una ponderada.
Siguiendo este esquema propuesto, podríamos indicar al alumnado en cada evaluación cuál es la calificación exacta que tiene en ese momento de cada uno de los Resultados de Aprendizaje.
Por último, para el cálculo de la calificación final del módulo, podemos optar por hacer también una media aritmética de todos los RA (por considerarlos todos igual de importantes) o una media ponderada asignando un porcentaje distinto a cada uno.
Recuerda dejar claro al comienzo del curso cómo vas a realizar la evaluación, tanto en la programación didáctica como al alumnado.
Si quieres algún ejemplo de esta clasificación en módulos como Redes Locales, Servicios en Red o Seguridad Informática, no dudes en ponerte en contacto conmigo.
Actualización 19-06-2024: Normalmente califico directamente en la plataforma Moodle. Configuro los cálculos para que el alumnado acceda en tiempo real a su evaluación. De esta manera, también pueden comprobar la rúbrica o los comentarios de retroalimentación correspondientes. No obstante, como varias personas me habéis preguntado por una hoja de cálculo para calificar, he elaborado una que pueda servir de ejemplo de aplicación. Es genérica con el objetivo de que se adapte a todos los módulos. Podéis acceder a la misma (es posible crear una copia) en este enlace. En la hoja “Configuración” están las instrucciones para adaptarla a los diferentes módulos. También tenéis un ejemplo con información ficticia de un supuesto módulo con 5 Resultados de Aprendizaje en este enlace.