De profesión estudiante

Los docentes debemos actualizarnos permanentemente. En el uso de las nuevas (que ya no lo son) tecnologías, la gestión de aula, la elaboración de proyectos, diferentes formas de evaluar, investigación pedagógica… Y sobre nuestra materia. Da igual la especialidad del cuerpo al que pertenezcas. La comunicación en Internet ha permitido que los diferentes campos de estudio evolucionen a una velocidad nunca vista en otro momento de la historia. Sin embargo, creo que el campo de la informática en este aspecto, se come a todos las demás. Y quien no opine así, pues que se suba aquí, y me cante lo contrario.

La especialidad de informática carga en sus hombros con múltiples especialidades, que a su vez cuentan con varias tecnologías, que además van variando en periodos de tiempo muy cortos. Puedes seguir el río sin parar de nadar, o puedes dejar de hacerlo y acabar obsoleto, varado en alguna orilla. Claro que puedes volver a zambullirte y nadar todo lo rápido que puedas, pero te va a costar mucho más esfuerzo superar a la corriente si has descansado demasiado.

Este curso he pasado de impartir en grado medio al grado superior, además de cambiar de centro, por lo que he tenido mucho (y sigo teniendo) que aprender. He estado formándome (por mi cuenta o en cursos de formación de profesorado) en cosas como:

  • Creación de experiencias educativas en Realidad Virtual.
  • Administración de servidores Proxmox.
  • Laboratorios virtuales en GNS3.
  • Hardening de sistemas y redes.
  • Inteligencia Artificial.
  • Producción de videojuegos.
  • Qt (binding PySide6).
  • Gestión empresarial con Odoo.
  • Streaming con OBS.

Y la lista no termina ahí, pero creo que os hacéis una idea. Hasta el punto que cuando termina la semana, he dedicado más tiempo a estudiar que a impartir clase. Ojo, que este artículo no se entienda como una queja. A mí me gusta mucho aprender. De no ser así tendría que plantearme cambiar de profesión. Solo estoy señalando al elefante que hay en la habitación. El ritmo al que tenemos que actualizarnos y, por lo tanto, actualizar materiales didácticos, no es sostenible. Esta es una especialidad en la que los libros de texto quedan obsoletos en el momento que salen a la venta. Y por eso no me planteo utilizar ninguno en mis clases.

Probablemente en el Ministerio de Educación y Formación Profesional sean conscientes de la situación y estén pensando en cómo tomar cartas en el asunto. De hecho, es probable que la eliminación de la asignatura de informática en las etapas obligatorias, asignatura que en realidad nunca ha estado presente, tenga como objetivo permitir al profesorado de la especialidad disponer de esas horas lectivas para su propia formación y la actualización del material didáctico.

Mientras esperamos ese gran anuncio, podemos jugar nuestras propias cartas. Y tengo claro que no hay partida que valga si no colaboramos. Hay iniciativas, como Apuntes FP Informática, que no puedo dejar de alabar. Por mi parte, procuro cuando saco algo de tiempo poner mi granito de arena. Un conjunto de profesores de informática del centro en el que estoy este curso hemos creado un grupo de trabajo para la elaboración de material didáctico con licencia de cultura libre, una línea que esperamos tenga continuidad en el futuro. Ahora nos encontramos debatiendo el conjunto de herramientas que vamos a utilizar para la elaboración de dichos materiales. Únete a nosotros. Tu opinión nos ayudará a caminar sobre suelo firme.

Siempre presente el Stay Hungry, Stay Foolish del bueno de Jobs. Pero, sobre todo, como añadiría Raquel Roca, Stay Connected.